Yo y las experiencias que llevaron a este proyecto

Elegí instalar este agroecosistema en Costa Rica después de varios viajes a este país, el primero de los cuales fue durante mi trabajo de campo de fin de maestría en Comportamiento y Preservación de Primates en la Universidad de Kent. En los pasos de los monos Aulladores y monosos Arañas en los exuberantes bosques de Costa Rica, inmediatamente surgió en mí una atracción por la biodiversidad de estos bosques centroamericanos. Si se suma esta atracción por la vida tropical a las diferentes experiencias de trabajo en diferentes explotaciones en la región tropical y, sobre todo, el período de 9 meses transcurrido en la selva tropical de Guinea, me siento perfectamente capaz de implicarme de manera permanente en un proyecto bajo las condiciones tropicales. La curiosidad por el funcionamiento de la vida me permite tratar de comprender mejor la complejidad viviente que conducirá a una producción óptima del agroecosistema. Esta curiosidad me ha llevado a realizar un máster en Bioquímica y Biología Celular y Molecular en la Universidad Libre de Bruselas. Ya desde la infancia atraída por los animales salvajes y sus comportamientos, había comenzado mi Bachillerato en Biología General con el objetivo de convertirme en un etólogo. Pero descubriendo los conocimientos de la biología molecular, que permiten comprender cómo se organiza la vida, elegí la orientación de mi futuro máster. Y es gracias a esta elección que tengo, hoy en día, los conocimientos sobre el funcionamiento de las células y de los organismos vivos me permitirán comprender cómo optimizar las condiciones bióticas y abióticas para hacer que la vida florezca en el agroecosistema. Por otra parte, mi interés juvenil por los animales, sus comportamientos e interacciones me permitió extender mi curiosidad a la complejidad de los ecosistemas muy pronto, trayéndome la comprensión y los conocimientos que me serán necesarios para el establecimiento, así como para el eterno mejoramiento de un agroecosistema. Mi experiencia de nueve meses en Guinea como voluntario en el Centro de Conservación de los chimpancés me ha demostrado, ante todo, que tengo en mí un valor esencial para la ejecución de mi proyecto: la capacidad de comprometerse con los valores y la búsqueda de sentido en lugar de lucro. Asimismo, este período en contacto con los chimpancés huérfanos en medio del bosque amenazado por la explotación humana me ha dado tres enseñanzas principales (i) la alegría de mi compromiso por el beneficio de un movimiento colectivo que defiende valores similares a los míos (ii) mi necesidad de comprender mejor estos inmensos ecosistemas que son los bosques y los monos que son sus «jardineros» (iii) hay que encontrar soluciones que permitan al hombre beneficiarse de la productividad de la vida de manera sostenible para él y las demás especies vivas.

Es, entonces, en el año de mi segundo máster en Inglaterra, en contacto con muchas personas que dedican sus vidas a la conservación de especies o ecosistemas, que me he dado cuenta de que el modo actual de producir nuestra comida es la causa principal de la torpeza del hombre hacia la naturaleza. La agricultura contemporánea es tan ineficiente en la producción de alimentos que el espacio que se le asigna debe aumentar sin cesar, lo que conduce a una deforestación desenfrenada. La destrucción de la biomasa vegetal, los productores primarios, conduce inexorablemente a la pérdida de la biomasa animal, los consumidores. La ineficacia de la agricultura obliga a los cazadores furtivos a ir al bosque a matar animales de caza para alimentar a sus familias. Además, esta ineficaz agricultura llena los ríos, los océanos y la atmósfera con productos químicos nocivos para la vida…. La idea de crear un agroecosistema nació en mí como el resultado de todas las experiencias de mi vida. Han pasado cuatro años desde que esta semilla brotó en mi cabeza y en mi corazón. Así, a los 33 años, a principios de 2019, me sentí cerca y lo suficientemente fuerte, gracias a mis logros intelectuales y prácticos, así como mi deseo perpetuo de salir de mi zona de confort, para ir al encuentro de los habitantes de la zona caribeña de Costa Rica y comprarles una parcela de tierra. Por otra parte, mi curiosidad, mi capacidad para escuchar y cuestionar, así como mi humildad, me permitirán integrar los aprendizajes y consejos que conducirán al éxito de este proyecto.