Cuando se trata de producción, uno de los recursos más, si no más, limitantes en los ecosistemas es el nitrógeno (N). Las plantas deben tener acceso a un recurso en N para sintetizar las proteínas indispensables para el funcionamiento de sus células. A pesar de esta necesidad, las plantas no tienen acceso a una gran cantidad de nitrógeno. Las tres únicas fuentes de nitrógeno para las plantas son: 1. El nitrato (NO3-) y el amonio (NH4+) liberados por los microorganismos del suelo cuando descomponen la materia orgánica. Los nematodos son cruciales para esta etapa porque necesitan menos N para el mantenimiento de su metabolismo que lo que ingiere al alimentarse de hongos y bacterias que son muy densos en N. Así que, liberan N en sus heces y esta N es soluble, por lo tanto, disponible para las plantas. Este proceso es el reciclaje de N de la materia orgánica muerta a otros organismos vivos, sabiendo que la conversión no es óptima y que hay todo el tiempo de la pérdida de N. 2. El nitrógeno atmosférico fijado por las bacterias que viven en simbiosis con las plantas (por ejemplo, Rhizobium sp. que viven en simbiosis con las células de las raíces de las plantas que pertenecen a la familia Fabaceae). Este proceso permite la adición de N en el suelo cuando cualquier parte de la planta llega al suelo y entra en el ciclo de descomposición por los organismos del suelo. Este acceso a la cantidad de N necesaria para sintetizar sus proteínas permite a las plantas Fabaceae crecer rápidamente. Asimismo, las Fabaceae son muy a menudo las únicas plantas que crecen en número en las primeras etapas de la sucesión vegetal que conduce al establecimiento del ecosistema forestal, ya que permiten la adición de N en el suelo que permite otras plantas para instalarse. 3. El nitrógeno atmosférico fijado por las bacterias que descomponen la materia orgánica en el suelo que añadiría NO3- al suelo. Cabe señalar que la presencia de materia orgánica en el suelo es esencial para acceder a cada una de las tres fuentes de nitrógeno mencionadas. Por lo tanto, colocar la materia orgánica, y en particular la de Fabaceae, en el suelo será una práctica clave en La Evidencia, ya que queremos favorecer la ciclización de los recursos y aumentar su frecuencia para obtener, naturalmente, más producción, sabemos que debemos maximizar la entrada natural de N en nuestro ecosistema. Con este objetivo, plantaremos (i) un gran número de plantas Fabaceae en el terreno de la granja y (ii) proporcionaremos hábitats para favorecer el crecimiento de poblaciones de termitas.
(i) Pergolas
Gracias a técnicas de poda y de guía de las ramas, los árboles de la familia Fabaceae adoptarán la forma de «pérgolas».
[Si desea saber más sobre la importancia de las Fábaceae para el ecosistema, haga clic aquí] Los residuos de poda de los árboles que forman las pérgolas se aplicarán regularmente en el suelo de los jardines Mandala para garantizar que una importante capa de mulch rica en nitrógeno cubra constantemente el suelo. Sobre estas pérgolas se mezclan varias lianas y plantas trepadoras. En La Evidencia querríamos cubrir las pérgolas con varias variedades de frutos de la pasión, tomates y uvas. También kiwier, lianas de pimienta, espinacas Malabar, el nastarium, el chayote y el jazmín son otros ejemplos de plantas trepadoras que plantaremos con el objetivo de obtener una cosecha comestible para el ser humano, pero también de forraje para los animales.
(ii) Termitas
Las ventajas de las termitas son: 1. Algunas especies viven en simbiosis con bacterias fijadoras de nitrógeno en sus intestinos: en la naturaleza, estas especies se alimentan de materia orgánica muerta muy densa de carbono, como la madera, y confía en la simbiosis con las bacterias para satisfacer sus necesidades en N. La simbiosis es un intercambio mutualista por el cual las bacterias tienen acceso al C digerido por las termitas y las termitas tienen acceso al N fijado por las bacterias. Gracias a esta simbiosis, Las termitas desempeñan un papel muy importante en los ecosistemas tropicales y subtropicales al permitir la fijación de la N atmosférica y añadir esta N al ciclo de nutrientes accesible para la producción de todo el ecosistema. 2. A las aves y a los cerdos les encantan las termitas. En la India y en algunos países de África, es común que los agricultores críen termitas como fuente de alimento para sus aves de corral. Reunir materia orgánica húmeda muerta inoculada con algunas termitas en una olla de terracota permite que la colonia crezca. Y luego podemos convertirlo en una comida muy rica en proteínas para aves y cerdos. 3. Las colonias crecen rápidamente. Con el objetivo de maximizar la producción del ecosistema y aumentar la velocidad de realización de los ciclos de nutrientes en el ecosistema, En La Evidencia, nos gustaría poner una olla de terracota que contenga una colonia de termitas en cada una de las ramas del bosque madre en forma de estrella. Así, cada vez que entren en una nueva parcela, los cerdos derramarán la olla de terracota y se alimentarán de las termitas. La rotación del pasto de una parcela a otra permitirá que las colonias de termitas se generen durante dos meses.
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